lunes, 24 de enero de 2011

On & On

Exposición que podremos visitar hasta el 16 de enero del 2011 en la Casa Encendida.

Comisariada por Flora Fairbain y Olivier Varenne, la muestra reúne a catorce artistas que nos hablarán de lo efímero usando materiales con vida limitada o en constante evolución.

Algunas de estas obras estan diseñadas para un entorno concreto, pero su denominador común será su interés por los cambios que se producen con el paso del tiempo y que, de esta manera, estimularán los sentidos del espectador evocándole recuerdos y sensaciones pasadas, haciéndo de la participación de éste algo imprescindible para dar el significado redondo a esta exposición, volviendo perdurable este tipo de arte.

Creo importante destacar unas palabras de los comisarios para entender otro de los conceptos tocados por esta muestra:
«Vivimos en un mundo sometido a un control constante por parte de los medios. Los artistas responden con obras efímeras que, por su naturaleza, no se pueden rastrear «realmente».

Destaco algunas de sus instalaciones:


Claire Morgan (Belfast, Irlanda del Norte, 1980)
La pieza de esta artista nos habla de que la vida y la muerte forman parte del mismo círculo y lo hace patente con la escultura que podremos encontrar colgando sobre las escaleras, donde combina la madurez de un conjunto de frutas rojas que irán poco a poco descomponiéndose, con la negritud de un pájaro derribado.





Gerda Steiner y Jörg Lenzlinger (Honolulu, EE.UU. , 1967, y Katmandú, Nepal, 1964)
Recrean una sala de conferencias provista de todos los aparatos propios de una oficina, sobre los que se extiende una colonia de cristales de color fucsia que crece lentamente; flores modernas que se ponen a la altura de las nuevas tecnologías invadiéndonos y dando la sensación de que toman el control.





Chiharu Shiota (Osaka, Japón, 1972)
El piano de Chiharu Shiota se encuentra silencioso en el centro de un semicírculo de sillas vacías; al encontrarse privado de finalidad musical, su significado se escapa dejando únicamente una telaraña de recuerdos que pone de manifiesto a través de una red de hilos oscuros que invaden toda la sala y que representan el sonido del piano.
Esta obra surge por un recuerdo de infancia de la artista y provoca sensaciones que parece que te transportan directamente a ese momento no vivido por los espectadores.






Céleste Boursier Mougenot (Niza, Francia,1961)
En este pieza intervienen una colonia de pájaros (diamante mandarín) que se posan en los trastes de 5 guitarras y 3 bajos para alimentarse de alpiste y beben de los platillos de batería colocados por la sala.
La pieza se traduce en sonido provocado por el canto de los pájaros y su interveción al posarse sobre los instrumentos.





Michel Blazy (Mónaco, 1966)
Esta obra reproduce un esqueleto de materia orgánica que se va descomponiendo consumido por gusanos y microorganismos, utilizando esto como evidencia del carácter cíclico que existe entre la vida y la muerte ya que una no puede existir sin la otra.

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